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Wiese Holmberg posted an update 3 months, 2 weeks ago
Nunca han faltado los consejos sobre citas de familiares, amigos y autores de libros de autoayuda. Sin embargo, en la era digital, la gente recurre a hackers nerds como guías.
Al principio, pueden parecer una fuente extraña de consejos románticos, pero piénsalo de nuevo: los programadores informáticos crearon los sistemas de cuestionarios, deslizamientos y algoritmos en los que millones de personas confían para encontrar pareja. ¿Quién mejor para explicar cómo aprovechar al máximo estas herramientas digitales?
Este nuevo enfoque de las citas aprovecha el poder de los datos. La “futurista cuantitativa” Amy Webb, por ejemplo, creó un puñado de cuentas falsas que mostraban los tipos de hombres con los que quería casarse y descubrió cómo eran los perfiles de sus competidores mejor calificados. Después de aplicar estos conocimientos a su propio perfil, se convirtió en la mujer más popular en JDate, un sitio de citas en línea para judíos. El matemático Christopher McKinlay hackeó de manera similar su perfil en OkCupid y rastreó miles de perfiles para identificar los grupos de mujeres a los que más quería dirigirse.
Con cientos de candidatas en la mano, ambos tuvieron que filtrar el campo: Webb creó una sofisticada hoja de cálculo y McKinlay salió con 88 mujeres. Al final, cada uno encontró una esposa.
Todo esto es parte de un nuevo enfoque de la vida, como algo que se puede hackear y optimizar a través de un yo cuantificado.
Las personas rastrean lo que comen, las horas que trabajan, los artículos que poseen e innumerables otros detalles, con la esperanza de experimentar una mejor salud, una mayor productividad y una mayor satisfacción. Sin embargo, en mi próximo libro, “Hacking Life: Systematized Living and its Discontents”, revelo cómo la búsqueda del camino óptimo puede llevarte por mal camino. En el caso de las citas, tratar de optimizar puede ser una ingenuidad tonta y malinterpretar la naturaleza de la tarea.
Contando con el amor
Consideremos el caso de la ex ingeniera de software Valerie Aurora, quien en 2015 volvió a la desalentadora tarea de las citas online. Esta vez, esperaba poder hacer que la experiencia fuera agradable, incluso divertida, hackeando las citas. Inspirada por Webb, Aurora desarrolló una hoja de cálculo para clasificar a los candidatos con atributos positivos y negativos, incluidos los defectos que eran tan graves que eran “factores decisivos”.
El amor se cultiva, no se encuentra.
Sin embargo, con la experiencia, Aurora se dio cuenta de que había sido demasiado inflexible con los factores decisivos. Escribió: “Ahora estoy en una relación feliz con alguien que tenía seis de lo que yo llamé “factores decisivos” cuando nos conocimos. Y si él no hubiera estado interesado en resolver esos problemas conmigo, no estaríamos saliendo hoy. Pero lo estaba, y trabajando juntos logramos resolver los seis para nuestra mutua satisfacción”.
Es un error creer que una pareja ideal está en algún lugar, esperando a ser evaluada y clasificada. Prepagos en Bogotá , las personas invierten y crecen en su relación. Se puede encontrar una buena pareja, pero las investigaciones psicológicas sugieren que una buena relación se logra.
Buscar por todas partes
Adoptar un enfoque centrado en los datos también puede llevar a una búsqueda interminable. El empresario tecnológico Sebastian Stadil tuvo 150 citas en cuatro meses, ¡más de una al día! Al final, escribió: “Sigo creyendo que la tecnología puede hackear el amor, aunque esa creencia probablemente sea irracional”. Confesó que “tener más coincidencias aumentó mis probabilidades de encontrar a alguien interesante, pero también se convirtió en una adicción. La posibilidad de conocer a tantas personas me hizo querer conocer a cada una de ellas, para asegurarme de no perder a la indicada”.
Es una paradoja de la elección en la era digital: una mejor coincidencia podría estar a solo una cita más (y un punto de datos) de distancia. Los hackers que conocen la informática reconocen esto como el rompecabezas de la “detención óptima”, que busca determinar cuánto tiempo debe alguien esperar a una mejor opción.
No existe una solución perfecta, pero sí una fórmula razonable: determina tus parámetros, como por ejemplo, cuándo quieres empezar una relación y cuántas citas quieres tener en busca de la persona adecuada. Supongamos que te has dado un año y 100 citas, dos por semana. Las matemáticas indican que deberías tener citas con el 37 por ciento de ellas sin comprometerte y, luego, después de la 37.ª persona y unos cuatro meses y medio, ir en busca de la primera persona que sea mejor que todas las demás que hayas conocido.